La Navaja de Okham
El principio de parsimonia conocido también como La Navaja de Ockham, es un principio metodológico y filosófico atribuido al fraile franciscano, filósofo y lógico escolástico Guillermo de Ockham.
En su formulación original decía:"la pluralidad no se debe postular sin necesidad". Dicha formulación original ha evolucionado hasta nuestros días, reformulándose de la siguiente forma:
Si para explicar un fenómeno determinado
tenemos dos o más hipótesis, lo más razonable es aceptar la más simple,
es decir, la que presenta menos supuestos no probados.
Este principio metodológico no es irrefutable, en la medida en que no prueba nada, y, ni mucho menos, puede considerarse un resultado científico. De hecho, en ciertas ocasiones, la opción compleja puede ser la correcta. Su sentido es que en condiciones idénticas, sean preferidas las teorías
más simples. Otra cuestión diferente serán las evidencias que apoyen la
teoría. Así pues, de acuerdo con este principio, una teoría más simple
pero de menor evidencia no debería ser preferida a una teoría más
compleja pero con mayor prueba.
El origen del término viene del siglo XVI, Ockham "afeitaba como una navaja las barbas de Platón"
ya que de su aplicación se obtenía una notable simplicidad ontológica,
por contraposición a la ontología platónica que "llenaba" su ontología
de entidades (además de los entes físicos, Platón admitía los entes matemáticos y las ideas).
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